Ansiedad en la generación Z

Agitación, tensión, respiración acelerada, temblores, sudoración, pánico, aumento del ritmo cardíaco, debilidad, cansancio, problemas para conciliar el sueño, dificultades para controlar las preocupaciones, problemas para concentrarse, incluso problemas gastrointestinales. Son síntomas de la ansiedad, y no es algo bonito. Con la pandemia y la cuarentena, varias personas tuvieron ataques de ansiedad. Hace algunos días, uno de mis amigos me mandó mensaje diciéndome que tenía un ataque de ansiedad. Para mí fue difícil tratar de ayudarlo por medio de un celular. Yo también eh tenido ataques de pánico a causa de una fobia y es difícil controlarme. 

Estamos en temporada del regreso al nuevo ciclo escolar, algunos entraron presencial y otros seguimos con las clases virtuales. Nuevas amistades, nuevos maestros, clases, trabajo y tareas; de nuevo estrés, podría generar en varios adolescentes ansiedad. No podemos eliminar la ansiedad, solo aprender a controlarla. Sí un amigo es el que está teniendo el ataque de ansiedad, debemos evitar decirle que se tranquilice o restarle importancia al problema; ya que es algo muy difícil y eso solo causaría que empeore. Debemos ser empáticos. Hacerle saber que lo comprendemos, lo ayudaremos, hacerle saber que no está solo. 

Cuando nos pregunta el profesor; normalmente lo que hacemos es bajar la vista o ver hacia otro punto para que no nos pregunte. Pero ¿por qué hacemos eso?, por miedo a que se burlen de nosotros o a estar mal ante la respuesta que daremos, o nos quedamos en blanco. El que se queda callado no aprende; debemos de tener en mente en que si nos equivocamos esa vez, para la siguiente sabremos la respuesta correcta. Otro de los momentos que nos puede generar ansiedad es cuando vamos a explicar un tema enfrente de la clase o de varias personas, una maestra me aconsejó hace un tiempo; no mirar a las personas a los ojos, puede desconcentrarnos, ponernos nerviosos y olvidarnos del tema; mirar por encima de las personas, concentrarnos en lo que hablaremos, sobre todo, sentirse segurx de si mismx. Incluso cuando vamos a presentar un examen importante, queremos aprendernos de memoria 5 temas una noche antes de la prueba. Dedicarnos una hora o el tiempo disponible a estudiar desde un tiempo considerable antes de la prueba. Comprender los temas y no aprenderlos de memoria, hacer tarjetas con palabras claves de cada tema. Algo que NO recomiendo, es estudiar un día antes, ya que todo lo que estuviste aprendiendo, puede olvidarse o revolver todos los temas. Un día antes estar tranquilx, relajadx. 

Ahora, ¿cómo tranquilizarnos nosotros mismos ante un ataque?, debemos relajarnos, concentrarnos en nuestra respiración inhalar y exhalar despacio, sentir como nuestros pulmones se llenan de aire y soltarlo. Olvidar nuestra atención a lo que produce nuestra ansiedad; en este caso puedes contar de 3 en 3; mirar un objeto y describirlo mentalmente, pensar en un lugar que te tranquilice, visualizarte a ti mismo que estás en él, puede ser en la playa, en un bosque, etc. Cosas como el "slime", una pelotita de esponja, también pueden ayudar. Realizar algo que te tranquilice y a la vez te ayude a olvidar lo que causó tu ansiedad. En lo personal, a mi me tranquiliza escuchar música mientras tarareo la letra en mi mente. Otras personas recomiendan masticar chicle u oler esencias como lavanda, manzanilla, relajantes naturales. 

Si tienes ataques de ansiedad, es recomendable decirle a un familiar de confianza, o alguien cerca de ti. Si los ataques de ansiedad son constantes, tienen dificultades para controlarlo, síntomas físicos a causa de la ansiedad o incluso quieren autolesionarse; es recomendable contactar a un médico o terapeuta para solucionarlo. 

F.L






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